Las Somatizaciones
Las somatizaciones o los síntomas psicosomáticos son en esencia la expresión de emociones mediante manifestaciones corporales
Las somatizaciones o los síntomas psicosomáticos son en esencia la expresión de emociones mediante manifestaciones corporales. Se caracterizan por ser inconscientes, lo que supone que la persona no está al tanto de esta relación entre el malestar corporal y sus emociones, por lo que suele pensar que está enferma y no acude a un psicólogo en primera instancia. Cuando lo hace, rara vez suele ser directamente por estos síntomas corporales, si no por una ansiedad desbordante que les invade y que es fruto de su sistema defensivo desregulado.
En las menos de las ocasiones la persona puede consultar a un psicólogo o bien porque algún profesional de la salud les ha hecho ver esta relación mente-cuerpo, normalmente tras años de peregrinaje médico en busca de un diagnóstico y cura, o bien porque su vida se ha deteriorado notablemente.
Estas manifestaciones no tienen causa física justificada
Estas manifestaciones corporales son vividas por la persona como sensaciones corporales displacenteras, que generalmente se identifican con el dolor, fatiga o estímulos interoceptivos neutros que son interpretados como signo de enfermedad, pero que no tienen una causa física justificada.
Emocionalmente, estas personas no sienten malestar, son fuertes, trabajadoras y exitosas, y el único problema que dicen tener son es esa “enfermedad”.
En mi despacho a lo largo de estos años he podido acompañar a personas que han atravesado estas tres situaciones paradigmáticas del mecanismo antes descrito:
La hipocondría
La hipocondría es el nombre clásico que en psicopatología recibe el miedo a padecer una enfermedad o la convicción de tenerla y que se caracteriza por ser ideas que no cesan a pesar de las exploraciones médicas que descartan alguna enfermedad.
Enfermedades Psicosomáticas
Se entiende como enfermedades psicosomáticas a aquellas enfermedades físicas que son iniciadas o agravadas por un trastorno emocional.
Trastorno Somatomorfo
Por último, el Trastorno Somatomorfo consiste en la aparición de síntomas físicos como dolor o fatiga, aunque también manifestaciones gastrointestinales o urinarios, sin una causa física aparente.
Las somatizaciones tienen tres situaciones paradigmáticas
La función del psicólogo es acompañar a la persona para que pueda darse cuenta del vínculo entre las respuestas de su cuerpo y sus emociones.
La función del psicólogo en este tipo de padecimientos es principalmente la de acompañar a la persona para que pueda darse cuenta del vínculo entre las respuestas de su cuerpo y sus emociones. Que pueda desactivar la expresión de emociones de manera somática y pueda poner en palabras la gama de emociones que están representadas por esos síntomas físicos.
Para conseguir estos objetivos, el abordaje de las somatizaciones tendrá tres vías principales: la emocional, la mental y la corporal.
¿Cómo se abordan las somatizaciones?
Vía mental
La vía mental es otro de los pilares del trabajo ya que es imprescindible que la persona comprenda porqué en su vida ha predominado el bloqueo de las emociones y cómo ha sucedido que se han colocado en el cuerpo. Para ello, la persona debe preguntarse qué estaba sucediendo a su alrededor cuando tenía el dolor, la fatiga, el dolor gastrointestinal… qué es lo que estaba sintiendo en ese momento y cómo hizo para procesar esas emociones. También es importante que se comprenda su origen y con ello debe recordar cuándo surgieron los síntomas físicos y qué es lo que sucedía a su alrededor, qué situaciones estaba atravesando su familia o a su entorno más cercano y cómo le afectó.
Vía emocional
El trabajo en la vía emocional es el más importante en este tipo de personas ya que suelen mostrar un fuerte bloqueo de sus emociones en general y podría decirse que esta represión es el origen del padecimiento. Es importante centrar gran parte del trabajo en que puedan recordar y despertar las emociones sentidas, identifiquen cuando las bloquean y porqué y puedan sentir sin temor emociones en nuevas situaciones.
Vía corporal
Las personas que están dominadas por somatizaciones tienden a centrar su mente en su cuerpo y gran parte de su vida gira en torno a estos chequeos corporales y en torno a ciertos hábitos que han generado para intentar evitar la aparición del síntoma físico. Por ello hay que desactivar el exceso de atención que se pone en el cuerpo, que se pueda relativizar la percepción de esos estímulos internos y que se pueda cuestionar si son signos de enfermedad o simples sonidos propios del funcionamiento del cuerpo humano.
Para ello habrá que acompañar a la persona para que primero tome conciencia del número de veces que piensa en su cuerpo. También habrá que acompañarle para que pueda desactivarlo y que averigüe en qué no está pensando por pensar en su cuerpo, es decir qué es lo que deja de lado.