Los pequeños detalles en sesión.

Ayer una paciente me contaba que había estado en muy angustiada por asistir a la cena de empresa de Navidad.

Aparición de la angustia

Me comentaba que aguantó a duras penas hasta los postres y que sigilosamente se despidió de uno de los asistentes para poder irse rápidamente sin que en resto de los comensales notaran su ansiedad.

Cuando analizamos el porqué pudo pasarle este episodio de ansiedad ella lo atribuía a lo hipócritas que le parecieron los invitados.

Cuenta una larga historia en la que expresa como unos compañeros la habían sacado de un proyecto y en la cena le contaron lo bien que iba. Pero ella sabía que no era cierto porque hacía días había coincidido con otro compañero que en confianza le había contado lo malos rendimientos que estaban teniendo. Ella se lo tomó mal ya que la estaban mintiendo. Se había sentido humillada y engañada.

Así presentada la historia parecía que la ansiedad solo tenía que ver con esos compañeros y los sentimientos que le hicieron revivir pero todo cambio cuando se puso a hablar de su jefe.

Prestando atención a los pequeños detalles en sesión

Mientras retorcía en palito que dan para remover el café para llevar que había tomado en la sala de espera, me describía como ese jefe inusualmente le hacía la pelota cada vez que la encontraba a la salida del trabajo. Decía que le hacía sentir incómoda y ahí ¡ZAS! Rompió la madera.

La interpretación de ese acto (¿fallido?)

Ese acto me permitió deducir que ella debía guardar mucha rabia contra su jefe y así se lo señalé. Gracias a ese gesto no consciente ella pudo contar que podría tener sentido esa rabia porque hacía unos años ese mismo jefe la había relegado del ambiente de trabajo como castigo por no responder en aquel proyecto. Así estuvo varios años y recientemente había podido recuperar su lugar.

Yo le indico entonces que su angustia es una buena alarma, que le estaba haciendo no olvidar la humillación laboral sufrida hace años y que ella había tenido que dejar atrás para poder continuar en la empresa.

A partir de ahí, gracias a prestar ATENCIÓN A LOS PEQUEÑOS DETALLES se pudieron trabajar otros aspectos como el porqué asistir a una cena donde iba a estar incómoda o el de porque había decidido quedarse en una empresa en la que no se me trataba bien, es decir, el porqué no puede armar una defensa cuando es atacada y simplemente se queda ahí bloqueada.